11:32:56
2025-06-09

La Travesía de las Mariposas: Un Joven de Camilo Aldao pedalea hacia Perú

 Juan Maturan, un joven de 30 años oriundo de Camilo Aldao, ha emprendido una inspiradora travesía en bicicleta con destino a Perú. En una entrevista con "Buen Día Ciudad", Maturan compartió detalles de su viaje, que define como un recorrido a la "velocidad de las mariposas", permitiéndole una conexión profunda con los paisajes y las personas.

Motivación y Desafíos en Ruta

El principal objetivo de Juan es conocer la cultura de Bolivia y el vasto territorio argentino que aún no ha explorado, antes de llegar a Perú. Admite que viajar en bicicleta, aunque liberador, presenta desafíos financieros y logísticos. "Voy haciendo cositas, voy con dinero que uno va teniendo, pero en el medio del viaje te puede suceder un montón de cosas", comentó sobre la necesidad de improvisar y adaptarse constantemente a las situaciones del camino.

A pesar de las bajas temperaturas ("hasta menos 8 grados"), Juan y sus compañeros se adaptan durmiendo en carpas o en "casitas abandonadas" para resguardarse del frío. Destaca la simplicidad y el descanso que encuentra en estas condiciones precarias.

 Para la navegación y la búsqueda de hospedaje, se apoyan en la tecnología: "vamos armando con la bici, vas despacito, así que más o menos la ruta la tenemos más o menos planificada".

Utilizan aplicaciones para hospedajes y redes sociales, mencionando grupos de "cicloviajeros" y de WhatsApp, donde encuentran apoyo, información y lugares para pernoctar, incluso en casas de locales. Si es necesario, también recurren a hostales, y aprovechan oportunidades para lavar su ropa.

Entre el Miedo y la Superación Personal

Juan relató cómo su familia y amigos reaccionaron con incredulidad y preocupación ante la magnitud del viaje". Recordó con humor la sorpresa inicial de sus allegados cuando emprendió su primer viaje a Santa Rosa en bicicleta. Sin embargo, Maturan enfatiza que, a medida que los días pasan y se aleja, los miedos y prejuicios iniciales se disipan, demostrando que "hay más gente buena que gente mala" en el camino. Este desapego de las comodidades cotidianas le ha permitido revalorizar lo simple: "En la bici, al dejar todo de lado, como que uno también presta atención a todo eso, le da otro valor a las cosas".

A pesar de los "altos y bajos" emocionales que implican dormir en la calle y las muchas horas de soledad, Juan encuentra motivación en el propio viaje. Aún sin tener un destino específico en Perú más allá de su deseo de llegar a Machu Picchu, la travesía en sí misma lo impulsa. La posibilidad de volver a Camilo Aldao, trabajar un tiempo y luego regresar para continuar el viaje por Perú, es una opción que considera para manejar las emociones y la sostenibilidad económica.

Preparación y Filosofía del Viaje

Respecto a su preparación, Juan mencionó una rutina de gimnasio y pedaleo, junto con una alimentación básica, aunque subraya que el aspecto mental es lo más crucial para este tipo de aventura. "Muchas horas que estás solo. Muchas cosas que te van sucediendo en el viaje. Muchos ir resolviendo. El extrañar. Es mucho improvisar", reflexionó, destacando cómo la improvisación se ha vuelto parte del encanto de su travesía. Valora la contención psicológica, mencionando que hace terapia virtual si es necesario, lo que le permite "no cargarse con nada" antes de partir. La contención familiar y de amistades también es fundamental para él.

Juan, que trabaja en un carrito de panchos y fritas en la plaza de Camilo Aldao, y colabora con un Centro Recreativo para chicos con capacidades diferentes (La Huerta), continúa su camino, transformando angustias en descubrimientos y demostrando que la verdadera riqueza del viaje reside en la experiencia, el crecimiento personal y la capacidad de revalorizar lo esencial.

Antes de cada viaje, Juan se asegura de "cerrar todo lo que tenía que cerrar", dando y recibiendo abrazos y disfrutando de las amistades, sin cargarse con nada, viviendo el hoy y el ahora.